jueves, 29 de agosto de 2019

Sistema de la piedra de San Martin. Sala de la Verna.



Esta vez nos toca visitar pirineos. Concretamente la frontera entre Francia y Navarra, donde se encuentra el maravilloso sistema subterráneo de la Piedra de San Martin.

Dicho sistema fue descubierto en 1950 por el espeleólogo y explorador Georges Lepineux, a través de la hoy conocida como sima Lepineux, ubicada en el puerto de Isaba. En los años posteriores se fue explorando el sistema en lo que se podría considerar como los inicios de la espeleología moderna. Se alcanzaron varios récords mundiales, incluido el de mayor profundidad, y se realizaron verdaderas hazañas para la época. La tragedia vino en 1952, cuando Marcel Loubens sufrió un accidente fatal que conmociono el mundo de la espeleología.

Tras un año de parón, la exploración continuo en 1953, año en el que se localizo la Sala Verna, una de las salas interiores mas grandes del mundo, donde una gran cascada se precipita hasta su base. Dicha cascada intereso a la empresa francesa de electricidad EDF, que excavo un túnel desde las inmediaciones del pueblo de Saint Engrace, hasta la sala Verna, con intención de aprovechar el salto de agua para generar electricidad.

Los años de duras exploraciones se sucedieron, y gracias a esos esfuerzos hoy conocemos una de las cavidades mas importantes de Europa. Actualmente se conocen multitud de simas que conectan con el sistema de ríos subterráneos, entre ellas algunas históricas como la sima de la contienda o la Tete Sauvage, y se continua explorando por grupos franceses, en su empeño descubrir mas y mas secretos del karst de larra.




Nuestra intención en el día de hoy es acceder a la sala verna a través del antiguo túnel de EDF, que hoy en día es frecuentado por visitas guiadas, y para que los mas nuevos del grupo conozcan un poco mas el sistema avanzaremos rio arriba hasta la sala Chevalier, otra inmensa sala por la que circula el rio de la piedra.





Tras solicitar permiso al ARSIP, entidad que regula las exploraciones en todo el macizo, nos desplazamos hasta la bonita localidad francesa de Saint Engrace. Desde donde parte la pista que nos da acceso al antiguo túnel. Un café rápido, y en marcha. Según llegamos al túnel enseguida notamos el frio aire que sale de su interior, cosa que no es de extrañar, conociendo la magnitud del sistema y sus bajas temperaturas.



 Enseguida alcanzamos la sala Verna, que no deja indiferente a nadie. Su impresionante volumen es digno de admirar durante largo rato, y eso que nuestros frontales apenas llegan a iluminar sus paredes. Pero no hay ningún problema, porque sabemos que tras nosotros entra una visita guiada e iluminaran la cavidad con los potentes proyectores que tienen dispuestos para las visitas turísticas.

Ascendemos por las pasarelas hasta la presa hidroeléctrica para tener una mejor vista panorámica y esperamos pacientemente cámara en mano. Dicho y hecho, aparecen los turistas con linternas de mano y ataviados con gruesos abrigos. Tras una breve explicación del guía encienden los focos y se ilumina la cavidad entera. Todos quedamos maravillados. Ellos, por estar en una cavidad semejante, y nosotros, porque somos conscientes de que por muchas cavidades que visites, visiones como esa no se repiten muy a menudo.


Tras unos minutos disfrutando de la vista e intentando infructuosamente sacar alguna fotografía digna, nos toca ponernos manos a la obra. Petates al hombro y partimos rio arriba hacia las salas superiores. Enseguida se nos terminan las pasarelas y empieza el suelo al que estamos mas acostumbrados: rocas, barro y agua.



Por la galería circula siempre el caudaloso rio que alimenta la presa y la cascada, de aguas frías como el hielo, y que tenemos que atravesar en mas de una ocasión. Vamos superando varias instalaciones que nos ayudan en esta tarea, desde pasamanos hasta puentes improvisados. Todo una diversión.



Enseguida llegamos a uno de los puntos clave del sistema, el Diedro, una fisura entre bloques de inmenso tamaño que nos abre paso a la sala Chevalier. Dicho paso esta instalado en fijo y es ideal para que los mas nuevos se vayan familiarizando.



Una vez en la sala, de nuevo quedamos maravillados de sus dimensiones. Esta vez algo mas humildes pero igualmente impresionantes. Este es el objetivo de la salida de hoy, de conocimiento del sistema, por lo que aprovechamos para trastear por la sala, conocer sus rincones y apreciarla con tranquilidad, de esa que suele faltar cuando estas realizando las travesías.



Nos juntamos de nuevo en el diedro, y aprovechamos para almorzar tras descenderlo. Ahora solo queda desandar el camino andado. No sin parar a echar un ultimo vistazo en la sala Verna. Salimos por el túnel EDF y cuando alcanzamos el exterior nos asalta una reflexión:

Que cavidad tan impresionante, que una vez estuvo remota y oculta a los ojos comunes, y tan cerca de la superficie para poder visitarla a través de un túnel. ¿Cuántas mas habrá, como esta o mayores, mas cerca de lo que pensamos y ocultas todavía al ser humano?






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