En esta ocasión visitamos con los niñ@s del Club la cueva de Basotxo. Además de divertirnos, ell@s aprendieron de arqueología, paleontolología, bioespeleología, arte rupestre y cómo no.... vimos lo sucios y destructivos que somos algunos visitantes a las cavidades, ensuciando, dejando grafitis absurdos, rompiendo formaciones, llevándonos lo que no es nuestro, etc, etc, etc
La facilidad para acceder a esta cavidad conlleva que sea muy visitada y eso lleva a que pueda entrar casi cualquiera y a much@s parece que se les olvida que las cavidades son lugares muy muy sensibles a nuestro paso y nuestro recorrido por ellas debe ir precedido de un absoluto respeto.
Nos preparamos pues para nuestra actividad, como siempre los más peques son los más entusiasmados.
En nuestro camino pasaremos por cercados para animales. Debemos respetar los cierres y a los animales no darles de comer ni molestarlos.
Tras un agradable paseo llegamos al talud calcáreo que nos aproxima a la cavidad.
En su base podemos buscar entre las piedras caídas, restos de fósiles...
o picar piedra para hacer polvo de roca...
Nosotros no vamos a facilitar el acceso a la cavidad, aunque se pueda encontrar fácil en otras páginas webs. Nosotros recomendamos de forma rotunda que la mejor forma de visitar una cavidad es mediante un club de espeleología. A través de ell@s aprenderemos un montón de cosas, sobretodo porque son los principales responsables de cuidar las cavidades y formar a los nuevos "visitantes" y futuros espeleólogos.
Cuando entramos a una cavidad, tenemos que pensar que en ese lugar al que nos adentramos no ha pasado casi el tiempo, es como un lugar sagrado en el que las cosas no cambian, o sí, pero muy poco a poco. De esta forma no podemos entrar como "salvajes" del siglo XXI. Todo aquello que pisemos, que ensuciemos, que rompamos, todo eso se quedará para muchísimos años, al igual que nuestros tontos grafitis y las firmas de nuestra era.........
"Qué gusto sería si dentro de seis mil años los arqueólogos pudieran constatar que nuestro paso por las cavidades en el siglo XXI fue ejemplar por nuestro uso y por nuestra forma de entender nuestro tiempo."
La boca de entrada da paso a una gran bóveda. Teniendo la suerte, el momento y el lugar, podemos disfrutar con preciosos juegos de luces.
Desde el Club estamos seguros que la divulgación y la formación puede y debe ayudar en nuestra forma de comportarnos en una cavidad.... si supiéramos los secretos que igual esconde, no haríamos el tonto ni el "salvaje".
Primer gran misterio.... las escaladas. Las zonas altas de las cuevas todavía guardan sus secretos. Los Clubs de espeleología de ello se encargan en sus trabajos de exploración. Por lago, barro o sumidero.
La cavidad de Basotxo, como muchas otras tantas de nuestra geografía, fue cavidad sepulcral en un momento de su historia. Como en tantas muchas, recomendamos recorrer los caminos balizados en la cavidad que vamos a visitar. Esta recomendación responde a que fuera de lo balizado, siguen los estudios científicos por parte de arqueólogos y otras ciencias relacionadas con la espeleo.
Así empezamos nuestra visita con diferentes formaciones de cierta altura. L@s niñ@s, ajenos a tanta "ciencia" comienzan a disfrutar en "su salsa".
La cavidad, a parte de tener mucho espacio, tiene agua y fácil recorrido. Lamentablemente en un punto de este recorrido, una piedra "panel" con restos de carbones, es justo una pared donde apoyarse a la hora de subir los visitantes. En nuestra visita lo demostramos. L@s niñ@s pudieron comprobar como nuestro paso por las cavidades "destruye" estas huellas del pasado.
Durante toda la cavidad se pueden ver los grafitis del siglo XX, firmas en la pared absurdas, algunas de ellas tristemente mezclados con los posibles restos de carbones antiguos, tal y como pasa en tantas otras cuevas de nuestro entorno. Recordar que nuestro paso "torpe" e irrespetuoso tiene un impacto de por sí negativo. Por cierto, también recordar que educar y enseñar este tesoro a nuestro niñ@s les hace respetar aquello que no conocen y que merece nuestra absoluta involucración como espeleólogos.
Si en vez de hacer el "vándalo" nos fijamos en lo que nos rodea, igual podemos ver restos y detalles que son parte de nuestra historia, que son para siempre, no como nosotros individualmente, que somo "pasajeros" y estamos de paso.
En esta cavidad también tenemos la suerte de poder practicar nuestro deporte, realizando varios rápeles desde su segunda planta, para caer a la primera planta.
Y nos falta la sorpresa final, la verdad les costó de encontrar puesto está muy bien escondido y gracias a ello y a una pequeña pista, consiguieron concentrarse, agudizar la vista y encontrar su tesoro.
Tras la aventura de hoy solo nos queda una agradable sobremesa. A parte, si una compañera del club te regala unos canutillos de crema, nata y chocolate por participar en la actividad, darte por muy agradecido, por hoy y por y para siempre.
Postre especial siempre de mano de Turbo Merdeces..... canutillo de hojaldre y chocolate con nata.
Así de bien lo hemos pasado entre niños, niñas, padre y madres... ¡os esperamos en la siguiente salida!
Sakon Espeleologia Taldea Noain
Texto y fotos de Oscar Sicilia