Zunzarren, un pueblo de espeleólogos, Navarra.
Son las nueve de la mañana cuando aparcamos a la entrada de este pequeño pueblo del Valle de Lizoáin-Arriasgoiti. Como suele ocurrir cuando visitas uno de estos pequeños y olvidados pueblos, el silencio y la sensación de soledad se apodera de nuestras sensaciones. Así pues, hasta el sencillo acto de cerrar las puertas del vehículo no pasa desapercibido y así, nuestros torpes movimientos de cargar mochilas y preparar el equipo, rompen el bonito silencio que reina en este desconocido pueblo para nosotros. Deberemos cruzar su calle mayor para buscar la pista que conduce a la sierra que queremos explorar hoy.
Calle San Román, Zunzarren.
Con todo el equipo preparado comenzamos nuestra marcha y vamos pasando una a una las bonitas casas que decoran esta localidad. Nos sentimos como astronautas pasando por un poblado medieval. Las imponentes casas están cerradas, no se ve a nadie por la calle. Cruzamos toda la calle mayor y llegamos al final del pueblo donde por fin un pequeño perrito blanco nos saluda a su modo; alguien nos presta atención. A lo lejos una puerta se abre y un señor con una melena blanca sale con actitud observadora. Le saludamos a lo lejos levantando la mano y con una pequeña sonrisa. Seguro que estará pensando: ¿Dónde irán estos locos cargados de material de escalada? Normalmente la gente, al ver las cuerdas que portamos, nos confunden con escaladores.
Para salir del pueblo hay que abrir una valla para el ganado y para cuando hemos conseguido abrirla, el vecino curioso nos ha alcanzado junto al perrito que sigue saludándonos incesantemente. "Hola, buenos días, bonito pueblo, esperamos no haber molestado mucho". El señor nos saluda y tras una pequeña sonrisa nos dice: "¿Espeleólogos?, ¿Vais a bajar alguna sima?"
Tras una breve conversación con Dedis, descubrimos que casualmente el pueblo está habitado por varios espeleólogos y espeleólogas, cinco vecinos de los once registrados en el censo. De repente la palabra I.P.V. sale en la conversación: el grupo de Espeleología de la Institución Príncipe de Viana, pioneros en las exploraciones en Navarra desde el año 1953.
Interior de una de las viviendas del pueblo.
Seguimos charlando y charlando, con la valla cerrada a favor de la conversación. Dedis nos empieza a relatar de forma cálida y natural las aventuras y vivencias personales que acontecieron durante sus años de servicio en esta institución.
Fruto de aquella casual mañana nace esta pequeña charla-entrevista, que pretende arrojar un poco más de luz sobre aquellas primeras exploraciones pioneras de la espeleología en nuestra comunidad.
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Jose Javier de Diego o más conocido por Dedis, de 75 años, fue integrante de este emblemático grupo de espeleología. Nos recibe en su domicilio junto a Blanca, su esposa, y lo hace de una manera peculiar. Sentado en la terraza está muy ocupado en terminar algo que le tiene sumamente concentrado. Se toma su tiempo, elige un trazo fino y acaba unos contornos. La acuarela es otra de sus grandes pasiones. Cuando finalmente nos atiende, mantenemos una charla que aquí queremos resumir.
Sakon: Saludos Dedis, sabemos que no te gusta ser mediático y por lo tanto no eres amigo de esta entrevista, por eso te damos especialmente las gracias por compartir con nuestro colectivo tus vivencias. Cuéntanos, ¿como conociste al I.P.V. y en qué año entraste en el grupo?
Dedis: A través de un vecino amigo, Primitivo Garralda, él nos puso en contacto con la institución. Yo tenía 18 años. Nosotros éramos tres amigos que nos gustaba practicar montañismo. Escalábamos en Etxauri con clavijas de hierro hechas por nosotros y las cuerdas de entonces, de esparto. Rapelábamos con mosquetones de acero y fuimos bastante autodidactas.
Sakon: Por lo que nos has contado, antes de conocer a los miembros del I.P.V. ya tenías pensado particularmente junto a unos amigos dedicarte a la exploración de simas y cavidades, ¿cuál fue el motivo de esta afición de la espeleología y la exploración?
Dedis: De siempre me gustó la montaña, desde muy pequeño. Siempre me fascinaron los picos, crestas, zonas de escalada, túneles, cuevas, simas, etc. Así cada vez fuimos probando más modalidades, hasta llegar a la espeleología. Fue entonces cuando decidimos fabricarnos unas escalas de acero, que era lo último en seguridad para descender una sima. Fue en ese momento cuando contactamos con el I.P.V. y pedimos entrar en el grupo. En un primer momento se nos denegó, debieron pensar que éramos muy jóvenes y sin experiencia y hasta tuvimos que escuchar algún comentario jocoso y nos recomendaron explorar algún agujero de algún jardín. A nosotros su negativa tampoco nos importó mucho, puesto teníamos muy claro que queríamos explorar uno de los últimos rincones vírgenes de nuestra tierra.
Sakon: Durante la charla nos has contado cómo vosotros mismos fabricasteis las escalas de acero galbanizado. Un invento que sustituyó a las cuerdas de esparto o a los cables de acero con tornos que se utilizaban en un primer momento. ¿Cómo recuerdas aquel cambio para la espeleología?
Dedis: Bueno, nosotros eramos jóvenes y realmente no vivimos tal cambio, las utilizábamos porque era lo que teníamos, pero en cuanto nos dedicamos a la espeleología, vimos claro la necesidad de tener unas buenas escalas y nos pusimos a ello. Una vez las acabamos, las usamos en la exploración de varias cavidades y motivo de ello fue que esta vez el I.P.V. contactara con nosotros para pedirnos entrar al grupo. Cosa que hicimos encantados.
Sakon: Entonces una vez entrasteis al grupo, ¿cuál era tu cometido principal o tu especialidad?
Dedis: Lo que a mí personalmente más me gustaba era la parte deportiva de la espeleología, así que era uno de los hombre "punta", de los que bajaban primero, casi siempre junto a Juan Miguel Puntos Martínez. Luego colaboraba con el resto de equipo en la organización, pero el resto de trabajos científicos, topográficos, fotografía, etc, lo realizaban otros compañeros.
Sakon: ¿Cómo crees que en aquel momento la sociedad navarra veía desde fuera vuestras investigaciones?, ¿os hacían sentir de alguna manera importantes o que estabais realizando una actividad muy especial y desconocida?, ¿o crees que pasasteis totalmente inadvertidos?
Dedis: Yo personalmente no tenía ningún interés en saber cual era nuestra repercusión mediática. Mi colaboración en el grupo era por mis ganas de explorar y fuera de eso me mantenía bastante al margen. Cuando leo alguna información sobre aquellos años me gusta leerla y recordar esos tiempos. Recuerdo una vez saliendo por el túnel de la Verna en compañía de Félix Ruiz de Arcaute, que me paró un momento y se puso a arreglarme la indumentaria e incluso atarme algún botón, puesto que había periodistas a la salida y había que ponerse guapo. Esta parte era la que menos me gustaba y de la que menos voy a hablar.
Sakon: ¿Llegastéis a usar las cuerdas actuales de nylon o los nuevos descendedores?
Dedis: Sabíamos que existían nuevos materiales para la progresión por cuerda y que aligeraban mucho el peso y daban mucha seguridad, pero nunca las usamos en el grupo. Eran cosas que empezaban a usarse en Europa pero a nuestro grupo no llegaron.
Sakon: Nos has hablado en privado de las desavenencias políticas entre algunos integrantes del grupo, no vienen al caso y desde siempre hemos convivido con ellas hasta la actualidad. Pero por la época que os tocó vivir, imaginamos que la tensión sería máxima, acabada una guerra que separó a un país. ¿Se notaba esta tensión durante las exploraciones o crees que se logró trabajar por encima de dichas diferencias políticas?
Dedis: Todos sabíamos lo que había pasado en la Guerra Civil Española pero nadie hablaba de ello, a no ser que fuera entre amigos. Había mucho miedo y meterte en problemas podía ser fatal. De hecho yo estoy casi seguro de que ciertas simas se evitaban por lo que podría haber abajo. Pero nosotros nos dedicábamos a la exploración sin que ello afectara a nuestra actividad. Por supuesto está la parte personal donde uno tenía sus diferencias, pero en el trabajo nunca trascendieron.
Sakon: Durante nuestra charla en privado, junto a otro vecino del pueblo, también perteneciente al I.P.V., han salido algunas anécdotas sucedidas durante aquellas años. ¿Alguna que quieras compartir con nuestro lectores?
Sima del Vizcaino (Aralar) en torno a 1965. De izquierda a derecha: Juan Mari Feliu, Jesus Mari Urtasun, Miguel "Puntos" y "Dedis". "Fuente y autor: archivo Juan Mari Feliu, I.P.V.". Eskerrik asko por la contribución de
Oier Gorosabel Larrañaga.
Dedis: Me preguntabas antes sobre la convivencia dentro de las cavidades y las diferencias personales, pues bien, yo tuve un pequeño encuentro con Félix Ruiz de Arcaute. En una campaña en la Sima de San Martín, estuvimos juntos todo un día y durante el trayecto tuve una mala experiencia con él. Era muy nervioso, decía las cosas en un tono que no era de mi agrado. Yo me sentía que le estaba ayudando y él poco colaboraba, daba muchas órdenes y me puso muy nervioso. Así que cruzando un lago en un bote neumático, en un momento de ira, llegué a cogerlo del cuello y amenazarlo con tirarlo al lago si no dejaba su actitud. En ese momento esta persona parece ser que recapacitó y tomó una actitud muy distinta. A partir de ahí fuimos más amigos, en el sentido espeleológico, claro. Luego a los dos días, necesitó de ayuda para salir al exterior por un tema personal y nadie hizo por acompañarle. Yo no tenía ningunas ganas de salir pero sentí que quizás me pasé y puesto que él había cambiado su actitud conmigo, me ofrecí y le acompañé fuera. Por cierto, no sé si su personalidad nerviosa, a veces desmedida, pudo tener algo que ver en el fatal accidente que acabó con su vida.
Sakon: Y hablando de mujer y espeleología, ¿cuál fue la primera mujer que recuerdas y qué actividad desarrollaba en el grupo?
Dedis: Maria Elena Baquedano fue la primera mujer que recuerdo y casi la única reseñable. Nos acompañaba casi todos los domingos pero no tenía una función en especial, nos ayudaba con el porteo y la organización y habitualmente descendía con nosotros.
Listado de 50 Aniversario de la Espeleología en Navarra.
Sakon: Nosotros desconocemos quién puede ser la primera mujer espeleóloga de nuestra comunidad, pero por lo que nos cuentas de María Elena, podríamos tener perfectamente una candidata, ¿crees que podría ser?
Dedis: La verdad que no lo sé, pero podría ser y sería muy interesante. De hecho en el listado del 50 aniversario de la Espeleología en Navarra, solo está el nombre de María Elena, junto a Monserrat Ubach de Cataluña. Eso creo que os toca "explorar" a vosotros, que veo que os gusta y lo hacéis bien.
Sakon: Gracias Dedis, pues intentaremos saber algo más del tema e intentaremos contactar con María Elena y contar más de ello. Volviendo a la entrevista, ¿Consideras que dejaste algún día de ser espeleólogo, o eso se lleva hasta el final?, ¿Cuándo dejaste de ser integrante del IPV?, ¿continuaste alguna actividad espeleológíca con otro grupo?
Dedis: Desde luego que la espeleología ha calado tanto en mí que siempre me he sentido parte de ella. Aquí en el pueblo tenemos varias cavidades y de vez en cuando solemos visitarlas con amigos. Antes de disolverse el grupo, viajé a Sudamérica y estuve unos años allí, cuando volví el grupo estaba de capa caída, apenas se exploraba nada. A partir de su disolución no volví a realizar espeleología con ningún grupo pero sí particularmente.
Sakon: Durante nuestra charla privada hemos hablado también de la evolución de nuestra sociedad en general y de lo poco que te gustan muchos de los nuevos cambios que hemos sufrido. Hemos hablado de políticas, gobiernos, economía, nuevas tecnologías,etc... ¿Te gustaría dar algún consejo o recomendación a las nuevas generaciones que están por venir?, ¿acabaremos otra vez viviendo en cuevas en un mundo devastado por la radiación nuclear?
Dedis: Siendo negativo creo que ni acabaremos en las cuevas ni en ningún sitio, simplemente desapareceremos por las causas que todos sabemos y a las generaciones que están por venir les recomendaría que usaran mucho la cabeza y que aprendan de historia, para que se den cuenta que los errores del pasado no deberían volver a producirse.
Sakon: Durante toda esta charla-entrevista hemos tenido la compañía de los tres miembros más jóvenes de nuestro Club, de 8 y 12 años. Han estado escuchando la entrevista y las fantásticas aventuras que vivisteis. ¿Deseáis preguntarle algo más a Dedis?, os animamos a ello.
- Martín, 12 años: ¿Por qué te inclinaste por la espeleología en vez de la escalada u otro deporte de montaña?
Dedis: Después de probar varias disciplinas descubrí que lo que más me gustaba era este deporte y no me equivoqué, porque es una actividad muy completa, que incluye la escalada en su modo artificial, además de otras como el buceo. A parte descubrí que tenía vértigo a las alturas y dentro de las simas, como no se veía el fondo, no había vértigo.
- Ibai, 12 años: ¿Cuál es el momento más peligroso o el que más miedo has pasado?
Dedis: El mayor susto lo tuve en un paso muy estrecho en una sima de Aralar. En un momento noté como si la tierra se moviera, fue porque estaba sobre un bloque que pareció moverse por mi peso. Pensé que se movería todo y moriría chafado.
Otra vez, en la Sima de San Martín, salíamos para afuera, y estando yo el último del grupo, me perdí y estuve varias horas dando vueltas y sintiéndome perdido. Sabía que más tarde o más temprano encontraría el camino o vendrían a por mí, pero la sensación de estar solo y perdido en una cavidad tan grande fue de lo más angustioso.
- Ura, 8 años: ¿Y el momento más divertido o lo más bonito que has visto en una cavidad?
Dedis: Desde luego me quedo con la adrenalina de ser los primeros en bajar a aquellas cavidades y descubrir aquellos bellos parajes del subsuelo. Para mí eso era lo más bonito y divertido.
Gracias Dedis por haber compartido tu tiempo con nosotros. A sido todo un placer. Vamos a continuar nuestra marcha. Seguro que nos volvemos a ver otras muchas veces cuando pasemos por tu pueblo. Hasta pronto.
Sakon Espeleologia Taldea
Texto y fotos de Oscar Sicilia