Compañer@s del Club visitamos esta cavidad en una salida organizada por la Federación Aragonesa de Espeleología dentro de las actividades realizadas en el X Congreso Español de Espeleología, celebrado en Morillo de Tou, Huesca, el pasado 8 de diciembre de 2019.
Partimos de la localidad de Saravillo, en el Valle de Chistau (Gistaín), donde tomamos la pista que sube al collado de Santa Isabel.
Llegados al collado encontraremos el refugio de Santa Isabel donde podemos dejar los vehículos. Continuamos la pista hasta localizar el imponente macizo de las Pecotosas que se muestra cara a nosotros según subimos. Si nos fijamos bien, ya podemos ver la boca de la cavidad.
La boca de entrada es todo un regalo para disfrutar de unos bonitos momentos.
Nada más comenzar y pasada una zona corta y cómoda, encontraremos una gatera de unos diez metros que nos obligará a reptar a arrastrarnos.
Pasada la getera, la cavidad es muy cómoda, con grandes y espaciosas galerías.
Como curiosidad podemos observar nódulos de sílex en muchas partes de la roca.
El origen de esta cavidad fue sin duda la de una surgencia que recogía el agua infiltrada en el macizo. Posteriormente las aguas encontraron partes débiles en su composición geológica y fueron encajonándose en niveles inferiores. Hoy en día la podemos observar en su estado totalmente fósil.
Según seguimos progresando y cuando uno piensa que no va a ver muchas formaciones en este tipo de cavidad, pues toma dos y bien grandes.
Y aunque es cierto que no es cueva para observar sorprendentes formaciones, si nos fijamos bien también podremos observar bellos y curiosos rincones.
En esta ocasión no vamos a visitar el nivel inferior así que dejamos el pozo de 40 y continuamos el nivel horizontal hasta llegar a su final.
Para más información sobre la historia y las exploraciones de esta cavidad:
Muy agradecidos a la Federación Aragonesa de Espeleología por el duro trabajo de organización para realizar las diferentes actividades que se han ofrecido en este X Congreso Español de Espeleología.
Sakon Espeleologia Taldea Noain
Fotos de Gemma Morraja y Oscar Sicilia