Visitamos esta emblemática sima en compañía de los nuevos miembros del grupo. Es una buena elección para iniciarse una vez aprendidas bien las técnicas básicas de la espeleología.
Queremos recordar que para acceder con vehículo a esta parte de la Sierra de Urbasa, hay que tener el permiso correspondiente; hay guardas en el parque y multan.
El año pasado, nuestros amigos y compañeros de Kat Team, limpiaron de zarzas todo el contorno de la entrada. Nuestros nuevos compañeros, Josu e Ismael, van a estar muy pendientes de todos los pasos para aprender y repasar lo aprendido. Josean nos va abriendo camino hoy.
Hay que buscar la instalación entre la maleza y pincharse un poco.
Bajamos un primer pozo de diez metros, previo fraccionamiento de cabecera. A partir de aquí no vamos a dar más explicaciones de los diferentes pasos, pretendiendo con esto no dañar la cavidad ante la posibilidad de que la visiten "expolíologos". Nos movemos en el filo entre querer divulgar y al mismo tiempo proteger y cuidar... ¿será posible?
La cavidad se convierte en un meandro desfondado con pasos estrechos e incómodos.
Les tenemos preparada una pícara sorpresa a nuestros noveles compañeros.
Les mostramos por dónde vamos a tener que bajar, el paso más estrecho de la cavidad, además en bajada, que es más difícil luego de retorno... pero algo no entienden.... ¿y esa otra cuerda que están montando?
Muy astutamente comprenden que luego vamos a usar la cuerda para evitar subir por este paso.
Prueba superada.
Continuamos entre diferentes pasos estrechos. Alguno de ellos requiere de una pequeña escalada.
En un lugar bastante apartado encontramos estos huesos de un posible perro o zorro.
En cuanto a formaciones, pocas pero con gracia.
Llegamos al pozo más profundo de la sima. Veinte metros desde una cabecera muy bien colocada.
Nuestros compañeros tienen aquí la obligación de entrar y salir de una reunión en aéreo. Es hora de aplicar la teoría.
Este rápel hay que fraccionarlo o montar un desviador. Llegados al final, empalma con otro pozo de ocho metros para llegar a una sala de grandes dimensiones repleto de bloques caídos. Esta gran galería no tiene ningún interés y es fácil desorientarse.
Como plato final mostramos algunos de los fósiles que podemos encontrar en algún lugar, durante el recorrido de la sima.
Nunca podremos fotografiar los trozos de fósiles que faltan arrancados a golpe de martillo, que se notan en algunos sitios y quizás, lo que ahora estamos viendo, deje de existir por el egoísmo de unos pocos.
Si no respetamos las bellezas que tenemos en el subsuelo, alguna generación futura poco tendrá por ver y tendrá que recurrir a algún "viejo blog" para recordar.
Obviando especificaciones técnicas, no dejan de ser ostras, algas, moluscos y corales.... todos ellos siguen en nuestras costas... si los arrancas de esta sima pierden su valor como fósil. En tu casa pierden su contexto, se convierten en un molusco más sin ningún sentido.
Para quien no lo sepa, Urbasa fue un arrecife de coral, con lo cual debemos imaginarnos todo el plano de la sierra sumergido a una profundidad de entre diez y cien metros, de cuya vida marina dan testimonio estos restos fósiles.
Salimos a un precioso mar de bosque y naturaleza regado, por fin, con las nubes y la ansiada lluvia.
Sakon Espeleología Navarra
Texto y fotos de Oscar Sicilia.