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Como suele ocurrir en nuestro Club, otra vez los más pequeños nos van a usar de medio de transporte para ellos realizar sus propias exploraciones. En esta actividad nos acompaña parte del equipo de jóvenes que están entrenando en las instalaciones del Club en la localidad de Zulueta, Valle de Elortz. Veinte nuevos niñ@s que están compartiendo sobretodo lo que vamos a ver a continuación...
En nuestra exploración vamos a colaborar con el club Amarozko Mendi Elkartea.
En nuestra exploración vamos a colaborar con el club Amarozko Mendi Elkartea.
Empezamos a lo grande, no hemos venido aquí para jugar, eso los niños lo hacemos todos los días, ¡queremos explorar!, "¡Papá, aquí hay sima!, levanta la piedra y explora!", me huele, me huele algo....
Total que los niños van a tener razón? ostis... vamos a ver este agujero...
Nosotros los niños también nos sorprendemos con muchos detalles.... Un señor mayor llamado José ha movido una enorme piedra a lo bruto y se ha metido hasta el fondo de una misteriosa sima....
¡Donde vas José!, ¿estás loco?
Por suerte José no está loco.... es espeleólogo.... como yo lo soy, pero.... ¿tendrá permiso del ayuntamiento para explorar esta pequeña sima?, ¿tendrá seguro federativo?, ¿estará al tanto de impuestos, seguros, formación, etc etc.....?, ostis qué complicado..... esto da que pensar
Así, y sin tener que pensarlo, nos bajamos todos los niños con José a esta nueva inexplorada sima. Tras desobstruir y sufrir terribles gateras, escalar y resbalarse por el gustoso barro, encontramos nuestra recompensa.
Papá... estás gordo y grande... no lo vas a conseguir... tú mismo... cabezón...
Acabamos de descubrir una inmensa cavidad, sorprendente, fantástica, te invita a soñar, estamos fascinados.
Al poco de avanzar por esta nueva galería, una compañera de 8 años se da cuenta de que en una piedra habita un ser prehistórico, que podemos observar en muchas de nuestras cavidades.
Se trata de un pseudoescorpión, y para que os enteréis los adultos, no "pica", no molesta, tiene pinzas pero de hecho está súper asustado. Lo mostramos al resto de compañeros y lo dejamos seguir su camino. No le gusta la luz ni nuestra presencia. Pobrecit@.....
Huevos y bebés de Opilium.
Otros muchos insectos habitan la cavidad, unos la usan temporalmente, como las arañas y mosquitos y otros se han aclimatado a vivir en la absoluta oscuridad, como por ejemplo el pseudoescorpión que hemos visto anteriormente.
Normalmente usaremos una pinzas o un pequeño pincel para recoger las muestras, pero para cazar mosquitos es mejor dejar que ellos mismos se metan en el alcohol. Hemos recogido una pequeñas muestras para un estudio que están realizando a través del Club Amarozko Mendi Elkartea.
Por cierto, no se trata de un murciélago "gordo", se trata de un murciélago preparado para afrontar el duro y largo invierno. Su tripita estará seguramente llena de exquisitos mosquitos.
Las muestras tomadas son del máximo interés para los más pequeños. Al fin y al cabo, ha sido su trabajo.
Las cuevas son lugares privilegiados donde podemos descubrir y al mismo tiempo destruir por nuestra torpeza, muchos secretos ocultos. En ellas podemos observar insectos, fósiles, formaciones, etc. En las clases divulgativas impartidas por el Club hemos podido aprender a diferenciar los diferentes elementos que podemos encontrarnos.
Habilidades para movernos con soltura por la cavidad.
Cómo no, escalar y tener los brazos fuertes.
Anclarnos y estar tranquilos...
O desanclarnos y bajar para abajo.
¡Aprendemos a explorar!
Aprendemos de mapas, topografías, orientación.
Aprendemos de hidrología.
Aprendemos de los diferentes tipos de suelos...
y porque no, a divertirnos...
Aprendemos a volvernos un poco locos...
Y sobretodo, sobretodo, aprendemos a ser amigos y querernos, pase lo que pase y el barro que te caiga encima.
Insistimos, ser amigos, muy amigos.
Ohhhhhhhhhhh por cierto, ¿y la cueva? Si todavía estábamos dentro de la cueva y todavía tenemos que salir!
Y llevarlos por el buen camino.... todavía tenemos cueva por explorar.
Y yo te llevo... papá.
Sakon Espeleogia Taldea Noain
Texto y fotos de Oscar Sicilia