viernes, 22 de marzo de 2019

Ferrata del Sobrón y Sima de Gobaederra, Álava.

Estamos de enhorabuena en el Club, habiendo pasado este año de los 80 deportistas federados a través de la Federación Navarra de Espeleología. Es trabajo de tod@s los miembros de nuestro Club, el gran número de actividades que se realizan, muchas de ellas entre pequeños grupos, que al final no se publican pero sí se comparten entre compañer@s.

Y como viene siendo habitual, organizamos salidas para todos los niveles y gustos. Esta vez tocaba realizar una vía ferrata, actividad cada vez más demandada en el Club, pero eso sí... no nos íbamos a olvidar de la espeleo...


Antes de empezar y para ser correctos, queremos recordar que un seguro federativo define con exactitud el tipo de cobertura y las actividades ante las cuales estamos cubiertos. Esto significa que estar federado en espeleología, por ejemplo, no significa que tengas cobertura para realizar una vía ferrata.


Esta vía ferrata, muy detallada en otras páginas web, consta de tres tramos de nivel K2, K3 y K4, que son consecutivos en el orden expuesto y con posibilidad de escape en la unión entre ellos. 


La mañana se nos presentó fría pero luego se fue levantando el día, además a medida que íbamos progresando, la adrenalina nos fue dando calor... y alegrías.


Los primeros tramos de ferrata son sencillos y la dificultad se va incrementando, pero todo el trayecto está asegurado con una sirga de acero. En algunos tramos encontraremos grapas para progresar, pero en general deberemos buscar los apoyos en la roca.



El tramo final de nivel K4 presenta pasos aéreos en los que vas progresando en forma de escalada lateral, encontraremos espolones aéreos, diedros, etc. El paso final es muy aéreo y se recomienda llevar una cuerda de seguridad.


Tras la comida y el descanso nos trasladamos hasta la cavidad de Gobaederra. Allí queremos poner en práctica una de nuestras actividades imprescindibles en la espeleología.... usar las cuerdas y pasar agujeros estrechos. Lo que más nos gusta a los topillos.


La sima de entrada es"de lo más profunda", pero eso no parece importar a nuestro protagonistas. Como siempre en el Club estamos ante todo por l@s futur@s espeleólog@s.



Una vez dentro de la cavidad y como nos suele ocurrir bastante a menudo, lo primero en sorprendernos no son sus formaciones, ni sus colores, ni sus formas... estamos acostumbrados a ver cavidades. Lo que nos sorprende es la cantidad brutal de pintadas y grafitis de visitantes muy mal educados. Una triste realidad que nuestros niñ@a han podido comprobar una vez más.   



Hemos venido a familiarizarnos con los pasos estrechos, fundamentalmente. Así que eso vamos. De hecho esto es muy importante. Antes de aventurarnos a realizar una travesía en espeleología "sin marcha atrás", hay que estar seguro de nuestras dimensiones corporales respecto a la oquedad que vayamos a pasar. Por norma general, las mochilas específicas de espeleología suelen darnos una pista en casos de duda: en función de nuestro tamaño corporal, por donde pasa una de estas mochilas, pasamos nosotros.


Y claro, en esto l@os niñ@s tienen ventaja. Sólo necesitan entrenar un músculo para ello: el cerebro, nuestros miedos.


Nuestros miedos se apagan normalmente cuando estamos ante un entorno agradable y seguro. O sea, cuando estamos entre compañeros que nos cuidamos, apoyamos y compartimos. Entonces sólo cabe sonreír ante ese miedo.




El agujero puede parecer medio lleno o medio vacío. Pero siempre, detrás de pasar estas pruebas personales y saber que podemos hacerlo, está la felicidad de la superación personal y la confianza en uno mismo.






¿Y que hay de interesante al otro lado?, ¿para qué tanta estrechez?, pues tristemente y en este caso, para ver más grafitis, más pintadas, más estupidez humana. Para nosotr@s observar toda esta incultura vuelve a ser una lección de educación y respeto.





Finalmente salimos al otro lado de la cavidad, para después volver sobre nuestros pasos. Esta vez dejamos de lado otras partes de la cueva, ya que no hemos venido a visitarla en su totalidad, solo a practicar. Ha sido un día largo largo..... ahora toca descansar y pensar en la siguiente aventura.





Y como viene siendo demasiado habitual ya, acabamos las aventuras de hoy a base de hojaldre de chocolate y flan casero... bueno, a l@s espeleólog@s no sólo se les atrapa por las aventuras... está demotrado, también por el estómago. 

¡Hasta la próxima!


Sakon Espeleologia Taldea Noain




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