lunes, 12 de octubre de 2020

Cueva de Sastarri o Sagastarri, Sastarriko Kobea. Ataun, Gipuzkoa.

Visitamos esta bella cavidad llena de leyendas de la mitología vasca de la mano de un personaje lleno de historia. Se trata de uno de los colaboradores de Joxemiel Barandiaran (1889-1991), Mikel, quien desde los seis años de edad fue uno de los exploradores punta en los trabajos que se realizaron en aquellos años. Y por si alguien lo duda... sí, hoy en día sigue explorando las entrañas de su mágica tierra.

 

L@s espeleólog@s no solo visitamos la cavidad como turistas, hacemos otras muchas cosas: buscamos posibilidades de continuación por grietas, rincones y techos, miramos donde pisamos por si hubieran restos arqueológicos, buscamos en las paredes grabados, pinturas, arañazos, interpretamos las topografías realizadas por otr@s compañer@s, recogemos la basura humana en la medida de lo posible, sufrimos e identificamos el deterioro de formaciones, observamos la fauna interior, valoramos los posibles restos óseos sin tocarlos ni moverlos, fotografiamos y compartimos con especialistas en las diferentes materias y ponemos un "etc" largo largo.

Como turistas, ¿cómo deberíamos la visitar la cueva? Pues por todo lo expuesto anteriormente, no merece la pena arriesgarse en ninguna situación que pueda dar como resultado un accidente. No merece la pena salirse del camino evidente de paso. No merece la pena "explorar" nada, está todo explorado y aquello que falte por descubrir corresponde a los clubs en colaboración con los especialistas. Hay que pensar que todo aquello que toquemos o modifiquemos, pierde su valor científico. Finalmente, salirse del camino evidente solo lleva al deterioro de algo tan bello como frágil y conservado en el tiempo.

En ocasiones no podremos evitar pisar gours o formaciones. En ese caso debemos hacerlo por el lugar más usado para su paso. Debemos evitar, siempre que podamos, tocar las formaciones. Entre otros motivos, porque nuestro desprende unas grasas naturales que pueden alterar el crecimiento de la formación. A parte está claro que tocándolas las mancharemos y podemos romperlas.

 

 

Desde la distancia y jugando con las diferentes luces de nuestros frontales, podemos jugar a realizar bonitas fotografías y llevarnos un buen recuerdo del lugar que visitamos. Escuchar el silencio, observar los muchos detalles que nos ofrece el mundo subterráneo.

 Otra recomendación muy importante, el entorno de la cavidad es lugar de pastoreo para los ganaderos de Ataun. Ovejas latxas, caballos y vacas pastan libremente. Debemos respetar los rebaños y NO LLEVAR PERROS SUELTOS.

Explorando otras cavidades del lugar, identificamos otro tipo  diferente de maltrato a nuestro patrimonio subterráneo; el arte "campestre".

Aunque podamos pensar que "tienen su gracia", no deja de ser suciedad y maltratar una cavidad. Podríamos estar pintando encima de verdadero arte rupestre, grabados finos que apenas se ven, tinturas rojas casi inapreciables... Tened en cuenta que en el pasado ha ocurrido con especialistas entendidos, que por error humano topografiaron encima de arte rupestre.... es solo un ejemplo. Imaginad lo que podríamos destruir para siempre. Así que ni firmas, ni corazones, ni fechas, ni arte campestre, por favor...... 

 

 

 

 Todos los ejemplos anteriores de arte "campestre", están recopilados en diferentes cavidades del lugar. Si a todos los que visitamos una cueva nos diera por pintar lo que vemos, estaríamos destrozando las posibilidades de que realmente, algún día, enriquezcamos nuestro patrimonio cultural con verdadero arte rupestre.

Los verdaderos exploradores de estas cuevas y simas no alardean de ello. Nunca dejaron sus firmas ni fechas en las paredes. Pero siguen visitándolas para observar con tristeza, que muchas veces no las respetamos.

 

 Los posibles "tesoros" que existieron en estas cavernas fueron en muchos casos expoliados, como en tantas y tantas otras, ¿por qué? Pues porque si encontramos algo que nos gusta, nos lo llevamos, lo queremos para nosotros y para nadie más. Lo conservamos en nuestras casas como si de un tesoro se tratara, pero en verdad, hemos quitado a la ciencia, una maravillosa oportunidad para entender nuestro pasado.


Así ahora solo nos queda escuchar aquello de "dicen que aquí hubo esto, o lo otro, que un día existió..." dicen que dicen pero ya no existe y las palabras se pierden en el tiempo.


El interés de entrar en una cueva, debería basarse simplemente en contemplar su boca, allá hasta donde la luz natural y la prudencia nos lleve. Conocer sus mitos, leyendas, su historia, pasear por sus bosques o sus senderos señalizados. Y si nos adentramos más en ella, seguir siempre el sendero balizado o el camino evidente.

Y si lo que os gusta es explorar de verdad, bajar simas, estrechos pasos, barro abundante, rozaduras por todo el cuerpo, portear equipo por la montaña y horas de sudor, no lo dudéis, contactad con vuestro club local de confianza. Ell@s sabrán daros verdaderos trabajos de exploración, de hecho, como pasa en otros menesteres, siempre hacen falta nuevos candidatos. 

 

 

En homenaje a aquell@s que llevan toda una vida explorando,  siguen en ello y nos guiarán en nuestro futuro.


 

Sakon Espeleologia Taldea Noain 

Texto y fotos de Oscar Sicilia.

3 comentarios:

  1. Fuerza Compañeros, muy buen articulo. Me "encanto" lo de arte Campestre.

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  2. Muy buen resumen de lo que podemos hacer y no hacer,ojalá mucha gente leyese este trabajo tan resumido y acertado en este mes he localizado 3 cuevas y mira por donde yo sin saber nada del tema e actuado como indica, entrar un poco ,sacar unas fotos y salir sin tocar .
    ,ni dejar nada
    Gracias por vuestro gran trabajo que no se ve reflejado in situ
    Y animo

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  3. Eskerrik asko por los comentarios. Lo de "arte campestre" se lo copiamos a Imanol Erzkin..... gran espeleólogo. Eskerrik asko Jarrr por tus palabras.

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