martes, 29 de diciembre de 2020

La indispensable labor de los restauradores. Visita al almacén arqueológico del Gobierno de Navarra. Cuarta parte.

 La arqueología, ciencia en constante evolución, lleva años demostrando su importancia a la hora estudiar y documentar la historia de nuestro pasado y, casi al mismo tiempo, surgió la obviedad de que tan importante es la recuperación de estos materiales como la de su conservación.

 Los arqueólogos pronto observaron cómo los objetos recuperados en los diferentes yacimientos se veían afectados progresivamente por el paso del tiempo. Por ejemplo, la madera se pudre, el bronce se convierte en polvo, el hierro se rompe en pequeñas escamas, los huesos se agrietan, etc. 

Así pues, la labor de los restauradores es imprescindible en la conservación y mantenimiento de nuestro patrimonio. Una labor que a veces puede que no recordemos lo suficiente.

Agradecer al club  Akerbeltz espeleo la colaboración en esta entrada de blog divulgativa.


  

 

 Esta es la cuarta vez que visitamos este almacén perteneciente al Museo de Navarra. Podéis consultar las anteriores visitas en los siguientes enlaces:

Tercera parte:

 https://www.sakon.es/2020/06/visita-al-almacen-del-museo-de.html

 Segunda parte:

 https://www.sakon.es/2018/09/en-las-entranas-del-museo-de.html

Primera parte:

 https://www.sakon.es/2018/07/en-las-entranas-del-museo-de_31.html

 

 

 En la visita de hoy hemos tendremos la suerte de conocer y observar en primer plano cómo trabaja este equipo de restauradoras. La arqueóloga Ana Carmen Sánchez y la restauradora Carmen Ursua conforman actualmente este equipo de trabajo.

 

  

 Nos muestran las piezas en las que actualmente están trabajando. Todas ellas de una fragilidad extrema y en un mal  estado de conservación evidente.

 

 
 
 

 Extraer un material de un yacimiento en sin duda uno de los momentos más críticos en una excavación. Se podría decir que el conjunto de componentes que han mantenido el objeto en conservación durante años, de repente sufren un cambio brusco al salir de su entierro. Humedad, temperatura, oxígeno, luz solar, etc. podrían afectar rápidamente a la pieza extraída. 

 

 El conocimiento de los distintos tipos de materiales es la base del conocimiento de los restauradores. Su labor está en constante cambio y evolución por las nuevas técnicas que la ciencia va ofreciendo.

 

 

 En la continuación de nuestra visita, el arqueólogo Jesús García Gazolaz nos muestra el ejemplo de distintos materiales conservados en este almacén. 

 

 Entre estos distintos materiales cabría destacar la madera como uno de los elementos más difíciles de conservar. En función de su antigüedad, solo han podido sobrevivir en un medio de hipoxia (falta de oxígeno). Estos útiles de madera de la foto inferior aparecieron en los lodos sedimentados de la fosa de una muralla de la ciudad.

 

 En este almacén se conservan vigas de madera y otros elementos en una solución de agua y productos químicos recreando esa necesidad de falta de oxígeno para su conservación.

 El dureza del hierro no es tampoco ejemplo de su durabilidad. Capas finas de este material apenas durarían 50 años, en función del estado de oxigenación. Pensar que el hierro que se fabrica hoy en día para la construcción en los hormigonados tiene una vida útil de unos 400/500 años. 

  

Así pues, gracias al trabajo de la restauración arqueológica, tenemos el privilegio de poder seguir contemplando los restos de nuestro pasado. En concreto esta espada es de la conquista del Castillo de Amaiur en Navarra en el 1521, hace ahora justo 500 años.

 

 A excepción del oro, el resto de metales sufre corrosión al reaccionar con el oxígeno. El bronce, del cual están hechas muchas de las monedas antiguas que se encuentran, sufre especialmente esta corrosión, hasta el punto de hablarse del "cáncer del bronce". Se trata de unas manchas verdes de color pálido que convierten este material en polvo.

 

 

 La conservación de los restos óseos depende mucho de su estado de conservación inicial en el yacimiento. El tejido óseo está compuesto de fibras y colágeno, este último es fundamental para las dataciones de carbono 14 que determinan su antigüedad en el laboratorio.




Otros materiales aparentemente duros, como la piedra, también están expuestos a la degradación, en especial ciertos tipos de rocas, como por ejemplo las calizas porosas (calcarenitas). También existen bacterias llamadas carbonatogénicas que corroen este tipo de material.




 Terminamos aquí esta última visita al almacén del Museo de Navarra, agradeciendo muchísimo el trabajo y la entrega de este grupo de grandes profesionales que trabajan por el patrimonio histórico de nuestra tierra.

 

 

Sakon Espeleología Taldea Noain 

 Texto y fotos de Oscar Sicilia.

 

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