lunes, 29 de junio de 2020

Visita al Almacén del Museo de Arqueología de Navarra. Tercera parte. // Nafarroako Arkeologia Museoaren Biltegira Bisita. 3. zatia.

Tenemos el enorme privilegio de volver a visitar el lugar donde se guarda y protege el 98 por ciento de los restos arqueológicos que tenemos en nuestra comunidad. 

Para que nos hagamos una idea, en el Museo de Navarra está expuesto sólo el 0,2 por ciento del patrimonio arqueológico que se recoge en Navarra. Además la exposición que podemos observar en el Museo, apenas se renueva.

Esta enorme labor de guardar y proteger nuestro patrimonio, la llevan a cabo con auténtica pasión Jesús Sesma y Jesús García, los dos arqueólogos del Gobierno de Navarra. Hoy nos vuelven a abrir la puertas de este almacén y nos muestran sus tesoros, las piezas más valiosas y las más curiosas y hemos constatado que su verdadera inquietud, más allá de la conservación, es la divulgación de este patrimonio.

Hemos querido traer aquí el reportaje de nuestra visita, para que tod@s podamos disfrutar de este legado, que nos pertenece pero al que de alguna manera pertenecemos también, pues le debemos nuestro presente.

Esta es una invitación abierta a conocer quiénes fuimos, para poder entender quiénes somos y proyectar quiénes queremos ser en el futuro.

 

 Nos recibe Jesús Sesma, Técnico Arqueólogo de la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana del Gobierno de Navarra desde 1996 y Doctor en Historia por la Universidad de Navarra desde 1994. Ha ocupado el cargo de Jefe de la Sección de Arqueología entre 2003 y 2015, ejerciendo durante dicho tiempo también como patrono de la Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico de Navarra. Ha impartido docencia en la Universidad de Navarra como profesor asociado del Departamento de Historia durante 1994-1998 y 2010-1012. 

  Su trabajo se ha centrado en la gestión del Patrimonio Arqueológico en la Comunidad Foral de Navarra, dirigiendo más de veinte proyectos de excavación así como la musealización de los principales yacimientos arqueológicos navarros. Es el responsable de la conservación de los fondos de arqueología del Gobierno de Navarra y coordinador de la revista ‘Trabajos de Arqueología Navarra’. En el campo de la museografía ha comisariado exposiciones para la Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico de Navarra y el Museo de Navarra, siendo además co-director de la instalación de la sala de Prehistoria de dicho centro. Las líneas de investigación desarrolladas se han centrado en la Prehistoria Reciente del Alto valle del Ebro, en especial la Edad del Bronce y la cerámica pre y protohistórica de la zona, fruto de la cual ha sido la publicación de cuatro monografías y más de ochenta artículos.


Jesús Sesma nos explica cómo usan la planta baja del almacén para guardar todos aquellos elementos que sean muy voluminosos o pesados, indiferentemente de su antigüedad. Así, lo primero y más pesado que nos muestra es esta pieza de uno de los hornos de la fábrica de armas de Orbaizeta.


Fechada del siglo XVIII, pesa más de 1.200 kg. Jesús nos cuenta como funcionaban estas fábricas de armas y el porqué de su situación geográfica. En Navarra tuvimos dos, una en Eugi y otra de Orbaizeta. 

 
Foto izquierda, bomba hueca que funcionaba con interior explosivo y mecha. Foto derecha, moldes para calibrar los proyectiles fabricados y desechar los erróneos.


Enseguida pasamos de lo más pesado a lo más voluminoso,
contemplando el Menhir de Soalar, encontrado en el valle del Baztán. Se trata del primero ejemplo en Navarra de representación escultórica y grabados, con una antigüedad de 2.000 años a.c. probablemente a comienzos de la Edad del Bronce.  

 

Todo el menhir representa un guerrero alzado que lleva consigo una serie de armas y objetos representados en la roca mediante grabados. 



Apagando las luces del almacén y usando un potente foco, los arqueólogos nos muestran los secretos de este enigmático guerrero.
Gracias a las explicaciones del arqueólogo, hasta los más pequeños son capaces de identificar los diferentes elementos de esta figura. El arma principal de este guerrero es una alabarda, que se asemeja a un hacha pero en vez de filo termina en punta.




La historia de su descubrimiento tiene su gracia. Resulta que quien la encontró, decidió usarla como canasta de baloncesto por su altura y decidió levantar la piedra, y así descubrieron el menhir.


Nos cuentan que próximamente está programado su traslado al Museo de Navarra y nos anuncian que se creará una réplica para exponer en el lugar donde se encontró. Una frase final que nos dio que pensar: "Muchas veces, los hallazgos que se realizan y terminan en el museo, pierden el sentido de su existencia porque están fuera de su lugar"

 

 Proseguimos la visita conociendo cómo eran las calzadas romanas y leyendo la información que nos dan los Miliarios. Este se encontraó cerca de la ciudad de Zaragoza (Caesar Augusta). Como su nombre indica marca en millas la distancia que había entre su ubicación y dicha ciudad, exactamente 70 millas. Javier Sesma nos explica y hace comprender la importancia de que los romanos introdujeran en nuestro país la lectura y la escritura.

 

 
 
 

Sumidos entre los contraluces de un potente potente foco y las palabras profundas de Jesús Sesma, poco a poco vamos descifrando el lenguaje de nuestro antepasados romanos. Aprendemos de sus abreviaciones, de sus ofrendas a sus dioses, los diferentes tipos de lápidas... y una cosa muy interesante, el significado y uso de sus nombres.

 

Jesús nos enseña varias lápidas y hace hincapié en los nombres que podemos leer en ellas, porque nos mostrarán mucha historia que podría pasar desapercibida. Lo primero que nos sorprende es que solo aquellos que tenían nombre (nomen), apellido (praenomen) y cognomen, eran los únicos en tener pleno derecho a votar y ser elegidos para ocupar cargos públicos. Curiosamente el cognomen hacía alusión a detalles de estos personajes, bien por sus historias, victorias o por características físicas de los nominados. 
Jesús nos pone varios ejemplos de lo más aleccionadores:
  
Marco Tulio Cicerone:
Nomen = Marco, Praenomen = Tulio (perteneciente a Tullus o Tulo), Cognomen = Cicerone (Cicero significa garbanzo. Un grano en la nariz de alguno de sus ancestros ((eso dijo escrito Plutarco)) o la forma circular característica de su cráneo). 

Cayo Julius Caesar:
Nomen = Cayo, Praenomen = Julius ( nombre de Iulius del antepasado de la familia común), Cognomen = Caesar, varias interpretaciones se propagaron en la antigüedad:
  • un oculis caesiis ( "a causa de los ojos azules"): Los ojos de César eran negros, pero dado que el dictador despótico Sila había tenido ojos azules, esta interpretación podría haber sido creado como parte de la propaganda anti-cesárea con el fin de presentar a César como una tirano.
  • un caesaries ( "a causa de los cabellos"): Puesto que César estaba quedando calvo , esta interpretación podría haber sido parte de la burla contra la cesárea.
  • un Cesón Matris útero ( "nacido por cesárea")

Lucio Cornelius Escipion

Nomen = Lucio, Praenomen = Cornelius (Cornelio es un nombre propio masculino de origen latino en su variante en español. Proviene del latín cornu (cuerno), ya que ser un "hombre de cuerno" era, en sentido figurado, una aspiración de los antiguos guerreros, al suponer que esta forma hace invulnerable a las flechas), Cognomen = Escipion (el nombre significa "bastón o vara" y se dice que el origen se debe a que acompañó a su padre que era ciego. También se dice que podría hacer referencia a algún problema en el andar o movilidad) 

 

 

Otras lápidas con solo un nombre y apellido, nos muestran a personajes que no eran tan importantes ni personajes con mucho poder. Alguno de ellos conservan su apellido original vascuence. Por ejemplo:
Serenus Naruneni

 Nomen = Serenus (de origen latino), Praenomen = Naruneni (de origen vascón)

 

Este tipo de enterramientos generalmente se relacionan con loa llamados Libertos (Un Liberto era un esclavo liberado que se encontraba ligado a su antiguo amo, al que llamaba patronus. A pesar de ser considerados inferiores a los ciudadanos nacidos libres, llegaron a tener una gran importancia en la sociedad romana).

 
 

 Continuamos nuestra visita y pasamos a ver esta escultura encontrada en el yacimiento romano de Santa Criz en Eslava. Se trata de la figura de un senador mostrada en la plaza principal de la ciudad o foro, donde se encontraban el templo, el senado, el mercado, etc. Debió de tratarse de una persona muy importante y adinerada. La escultura vino desde Italia y posaba junto columnas de cinco metros coronadas por bellos capiteles.


Estas representaciones hechas a medida tenían su pequeño truco. Sus constructores disponían de varios modelos de base para elegir (togados, como el que estamos viendo, motivos ecuestres, etc.), así ya tenían casi la figura acabado, exceptuando los brazos y cabeza, que debían realizar asemejándose al personaje. Originalmente esta escultura del senador estaba pintada con bandas rojas, que han desaparecido con el tiempo.

 

Jesús nos explica que los restos arqueológicos de Santa Criz, aquí cobijados, son se los pocos que se han conservado en un estado excepcional. No es que no existieran en otros lugares de nuestra comunidad, como Pamplona, Santa Clara, etc. sino que en estos lugares se encuentran bajo las ciudades actuales, bajo tierra.




Villae:

Tras el triunfo de Roma, los legionarios fueron pagados con las tierras conquistadas. Jesús nos explica como estos legionarios, miserables en su propia patria, se convirtieron en señores importantes en sus tierras legadas, donde usaban a los esclavos para las labores agrícolas y ganaderas. La palabra Villa originalmente era una vivienda rural cuyas edificaciones formaban el centro de una propiedad agraria en la Roma Antigua. En esto lujosos cortijos con bellos mosáicos e instalaciones, se introdujo la producción del vino, que aunque se conocía desde la era de los Fenicios, los romanos introdujeron su forma de elaboración.



En estas enormes tinajas, se conservaba el vino que producían los romanos. El ejemplo de la foto superior es de la Villa de las Musas, en la localidad Navarra de Arellano. Jesús Sesma nos cuenta como todavía se puede ver como llevaban los carros con la uva, se pisaban en unas plataformas, desde allí, el mosto discurría hacia unos lagares (es el recipiente, cuba, barreño o gran tina donde se almacenan los frutos de la uva ((para obtener el mosto, separando el hollejo de la pulpa)). Ahí se dejaban fermentar y luego se extraía y se conservaba. Eso sí, no se dejaba envejecer, tal y como conocemos hoy en día el vino que consumimos.


El vaso de cerámica que Jesús García nos muestra en la mano, es el mismo que se usaba para catar las diferentes tinajas de vino de la bodega romana de Arellano (se encontró exactamente en el mismo lugar donde se guardaba originalmente para su uso). Como Jesús García nos, cualquier líquido vertido a este vaso es casi inbevible, puesto que la falta de esmalte en la cerámica, hace que los líquidos cojan el sabor de la arcilla procedente del recipiente. Pero los romanos debían estar acostumbrados ya que ellos no bebían el vino envejecido, sino con especias, añadidos o preparados.



Jesús Sesma nos cuenta algunos de estos "cócteles" preparados con vino de la época. Algunos sencillos, como rebajados en agua o hervidos en diferentes procesos para endulzar su gusto. Pero uno de los más llamativos era su mezcla con restos de tripas de atunes y otros peces fermentados, que le daban al vino un toque picante y ácido. Parece que los gustos del ayer y de hoy han cambiado mucho en referencia al vino que actualmente consumimos. 



Y así de repente, termina nuestra visita a la primera planta de este almacén del Museo de Navarra. Ahora nos toca subir a la segunda planta, donde Jesús García nos mostrará los otros mundos secretos de la arqueología de nuestra comunidad. Pero eso será en una segunda entrega de esta visita.

Para más información de esta planta baja del almecén, recomendamos el enlace a nuestra primera visita en el 2018. Algunos de los textos de esta entrada de blog están recogidos de esta otra publicación.

Enlace:



Sakon Espeleologia Taldea Noain, Elortzibar

Texto y fotos de Mikel Rezola y Oscar Sicilia. Traducción al Euskara Mikel Rezola.

No hay comentarios:

Publicar un comentario