jueves, 12 de febrero de 2015

Barranco del Furco, Broto, Huesca

Ficha técnica
Acceso desde: Broto.
Combinación de coches: Innecesaria.
Aproximación: En la carretera C-140 de Biescas a Ainsa y tras pasar el pueblo de Broto, a unos 500 a la izquierda, encontramos el final de barranco. Muy cerca hay un parking a mano derecha donde podemos dejar el vehículo. En este caso deberemos volver en dirección Broto y buscar un camino señalizado que marca el pueblo de Buesa. Encontraremos una carretera más arriba y llegaremos a una curva cerrada a la derecha, donde sale una pista que tomaremos hasta encontrar un puente que cruza el barranco. Pasado éste, subimos por la derecha hasta llegar a una presa que es el inicio del descenso.
Otra opción es seguir por la carretera dirección Ainsa hasta encontrar el cruce que lleva a Buesa. Subiendo por esta carretera llegaremos a una curva cerrada a la derecha donde sale la pista anteriormente mencionada.
Otra opción es tras pasada la curva mencionada y a 300 metros encontramos otra zona donde dejar el coche. Desde aquí buscaremos una pista que cruza unos prados y ascendiendo cerca de una pequeña cabaña encontramos otra pista que en direción izquierda nos deja en la presa.
Horarios: De 5 a 15 min. en función del acceso, 1/1,5h. descenso, retorno inmediato / 10 min.
Cuerdas: 2 x 30. 
Caudal: Permanente. Preferible en primavera o principios de verano. Puede secarse en agosto.
Equipamiento: Bién equipado, parabolts y químicos
Escapes: Uno hacia la izquierda antes de las cascadas tobogán y el salto del canar de agua.
Observaciones: Descenso muy utilizado por las empresas de aventura.

Compañeros del grupo SakoN estuvieron este pasado fin de semana en este bonito y corto barranco de Broto, esta vez con el aliciente de bajar un barranco totalmente lleno de hielo.... Necesario por supuesto crampones, ropa térmica y mucha ilusión..... pero de eso último sobra en este grupo....



En esta ocasión Josean, Mikel, Edgar y Joanes


Y nuestro amigo Valentín de Jaca 




En un barranco normal quieres lanzarte al agua pero aquí quieres evitarla a toda costa...


Aunque una buena foto lo justifica todo a veces...



A pesar de nuestra felicidad, avanzamos poco a poco vigilando donde ponemos los pies.





Rapelar por el hielo no es habitual para nosotros.




 




Algún valiente incluso se sumergió por completo... otro no querais saber que hizo con el hielo....



Un día genial en un ambiente de primera... para repetir!







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