miércoles, 5 de febrero de 2020

A la caza del Cantabroniscus primitivus. Bioespeleología subterránea. Sima de Lezegalde. Iribas, Navarra

A petición de un conocido biólogo, hoy hemos colaborado tomando muestras de Isópodos y otros insectos que viven en nuestro subsuelo. Pero en concreto buscamos algo mucho más fantástico. 

A la caza del Cantabroniscus primitivus.
 
 
 Para esta difícil misión hemos seleccionado a un grupo de experimentados espeleólog@s expertos en "cositas pequeñas que se mueven".... 
 

   Cantabroniscus primitivus
No es la primera vez que colaboramos en bioespeleología, de hecho ell@s, los más peques, son quienes más disfrutan este apasionante mundo donde podemos ver auténticos "dinosaurios" vivientes que viven desde hace miles de años en la más completa oscuridad, sin salir de su entorno, adaptados a su medio, viviendo en nuestro apasionante y mágico subsuelo.

Nuestr@s niñ@s de la escuela de espeleología de Noáin, se han tomado personalmente este trabajo muy en serio.
 ¡A trabajar espeleólog@s!























Nuestro experimentado equipo, tras preparar el material, montar la vertical y dejar a buen recaudo en el exterior a padres y madres, se pone manos a la obra. Ellos tienen mucho de que hablar y nosotr@s mucho que hacer.

 ¿Qué buscamos?

Wikipedia: Los isópodos (Isopoda) son el orden más diverso de crustáceos, de amplia distribución en toda clase de medios, especialmente en los marinos, aunque existen especies terrestres y dulceacuícolas. Los isópodos contiene unas 10 000 especies, distribuidas en nueve subórdenes. Los estudios filogenéticos y el estudio de los fósiles, dan indicios de que este orden data al menos del Paleozoico, 300 millones de años atrás. 







                                                                       Imagen de Wikipedia

El cuerpo consta de tres regiones, la cabeza, el tórax y el abdomen. La cabeza posee dos pares de antenas; el primero está bien desarrollado y lo utilizan para explorar, saborear y oler la comida; el segundo par de antenas es pequeño e invisible externamente. El tórax posee ocho segmentos, cada uno de los cuales tiene un par de patas; el primer segmento tiene fusionada la cabeza; los siete segmentos restantes forman el pereion; al final del abdomen poseen un par de apéndices llamados urópodos.

Suelen ser de pequeño tamaño, aunque algunos como el Isópodo Gigante pueden alcanzar más peso.

Algunos isópodos se han observado para rodar en una bola.1


Nos ponemos manos a la obra, nos organizamos y empezamos a tomar muestreos. 

 


Gotas de agua sobre una telaraña.

Las primeras muestras se toman en la boca de entrada, donde hay luz y mucha ventilación. Los insectos que aquí encontraremos usan la cavidad temporalmente con diferentes propósitos y es habitual verlos en el exterior. 

 






Poco a poco nos adentramos en la cavidad. Todavía estamos cerca de la entrada pero esta vez casi no vemos la luz exterior. Con mucha paciencia van apareciendo muestras más interesantes. 



Los insectos son introducidas en alcohol de 70 grados y se etiquetan. 

 
  
 

 

 Tras avanzar por la cavidad y pasar a la más absoluta oscuridad, continuamos nuestro trabajo de muestreo. Esta vez los insectos que encontraremos están adaptados al medio subterráneo y viven en la más completa oscuridad.
 
  Uno de los fotógrafos, fotografiado en el momento.
 

 


El momento más especial del día vino cuando uno de nuestro compañeros encontró un ejemplar muy vistoso de Isópodo. En la foto inferior se puede observar sobre una formación, pegado a su base y de color negro.




Nuestro pequeño amigo ha sido toda una recompensa y a partir de ahora y tras un duro trabajo aprovechamos para visitar el resto de la cavidad.





 
 



 Llegamos hasta el lago final, pero no lo descendemos... una sorpresa porque no esperábamos encontrar el lago tan bajo de agua y quizás hoy hubiese sido el día perfecto para buscar a nuestro amigo Cantabroniscus primitivus entre tan bajo volumen de agua.

 
Trichoniscidos

Esta especie acuática es muy primitiva, es de color blanco y puede alcanzar tamaños cercanos al centímetro. La foto arriba publicada es de un ejemplar de Trichoniscidos encontrado en esta sima en el año 1985 cedida por nuestro colaborador en biología.
  


 
 Con la satisfacción del trabajo realizado y un muy buen sabor de boca, volvemos a nuestras rutinas en el exterior. Al igual que en el subsuelo, nos cuidamos los unos a los otros y disfrutamos de nuestra pasión. La espeleología entre amig@s.


¡Aurrera Taldea!



Sakon Espeleología Taldea Noain Elortzibar

Texto y fotos de Oscar Sicilia





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