miércoles, 23 de marzo de 2016

El Oso de las Cavernas en Euskal Herria

El Ursus Espelaeus, Oso de las Cavernas.


También denominado Oso Cavernario, resultó ser el más grande en tamaño de su especie, llegando a alcanzar 1,3 metros de altura y pesar entre 450 y 600 kg de peso. Erguido podía alcanzar los 3 metros de altura.  Convivió con el actual Oso Pardo (Ursus Arctos) y por sorprendente que parezca, está demostrado que fue más herbívoro que carnívoro en contra de los hábitos de sus compañeros de especie. Vivió durante el Pleistoceno, por buena parte de Europa, hace 250.000, y se extinguió hace unos 10.000 años.


(Recreación. Imagen de la Wikipedia)

Otra especie ha acompañado el linaje de los Osos durante mucho tiempo; nosotros los humanos, tanto Neandertales como Sapiens, estuvimos conviviendo. De hecho, la extinción del Oso de las Cavernas fue más o menos paralela a la extinción del hombre de Neandertal. La mayoría de hallazgos se han realizado en cavidades, debido a la hibernación de este animal.



Desde entonces, la balanza se ha tornado para el ser humano, en contra del Oso. 
El último Oso Pardo en Euskal Herria fue abatido en el siglo XIX. 


"También a principios de ese siglo se cazó el último oso gipuzkoano, en concreto en Antzuola, si bien se especuló durante mucho tiempo la posibilidad de que fuese un oso escapado de unos “titiriteros”. 
Pero donde se cazaron los últimos osos de Bizkaia, dejando de un lado el de Orozko, fue en Karrantza y en Mañaria. Osos estos, de los que tenemos abundante información. En el primer caso por un enfrentamiento entre los vecinos por los derechos económicos de su caza y en el segundo por su repercusión mediática y el hecho de estar disecado y expuesto en la Casa del Parque Natural de Urkiola. "

(Imagen de naturmendi.blogspot.com.es)



Texto de El Diario Vasco


Los últimos osos de Antzuola y Mañaria


El exterminio del oso
"Del inmisericorde exterminio a que fue sometido el oso guardan fiel testimonio los documentos que relatan cómo un grupo de vecinos de Orozko mató al último oso del Gorbea en 1819. Sus cazadores recibieron una recompensa de 600 reales por acabar con la alimaña. Un año antes, el Ayuntamiento de Zuia pagó 36 reales a un tal Prudencio Larrazabal por abatir a otro oso.
Siglos de persecución sistemática fueron diezmando la población de plantígrados en Gipuzkoa y Araba. Como documentaba José Antonio del Moral en su blog Gananzia a raíz de la muerte de Camille en 2010, en el siglo XVII se constata la presencia de estos animales en las sierras de Elgea y Aralar. Entre 1570 y 1605 se pagaron en Ordizia, Amezketa y Abaltzisketa recompensas por la muerte de 19 osos. Los últimos ejemplares de Araba fueron cazados en Altamira y Urgoiti en torno a 1830.
El último oso reseñado en Gipuzkoa fue cazado hacia 1735 en Zaldibia y, al parecer, hubo gran expectación durante la exhibición de su piel. Quizá fuera aquél el último oso salvaje guipuzcoano, pero no fue el último en ser abatido en este Territorio."

Volviendo al Oso de las Cavernas, en nuestra Península es principalmente en el área cantábrica donde se localizan los mayores hallazgos. Ekai en Deba, Arrikrutz en Oñate, Lezetxiki en Mondragón, Troskaeta en Ataún, Santa Isabel en Vizcaya, Las Margaritas y La Pasada en Cantabria, pero sin duda el principal yacimiento arqueológico encontrado es el de Amutxate en Navarra, descubierto por el grupo de espeleología Satorrak, en 1995, donde se han contabilizado un total de 203 osos. Uno de los individuos ha sido recuperado al 80% , convirtiéndose en el más completo de Europa. El yacimiento ha sido declarado una de las 144 maravillas geológicas de España. Una maravilla en tierras navarras que ha sufrido el abandono por parte de la administración local hasta nuestros días, recayendo todo el peso de los estudios y financiación en manos de sus descubridores. 

Fruto de los trabajos de Satorrak y del resto de grupos con los que colabora, es la siguiente publicación acerca de las aportaciones de la excavación paleontológica realizada en Amutxate, de lectura muy recomendable.





La historia del Oso de las Cavernas, vida y muerte de un animal desaparecido.



http://www.academia.edu/7321566/La_historia_del_Oso_de_las_Cavernas_vida_y_muerte_de_un_animal_desaparecido._Nuevas_aportaciones_de_la_excavaci%C3%B3n_de_la_cueva_de_Amutxate_Aralar_Navarra_





Con todas estas historias de osos en la cabeza, empezamos nuestra visita a esta cavidad de Guipúzcoa, sintiéndonos muy afortunados de poder visitar este pequeño tesoro.


La cavidad está formada por una galería principal cómoda. Cerca de la entrada encontramos un paso casi colmatado por sedimentos con gran cantidad de diferentes huesos de animales.





Comprobamos diferentes conductos de reducido paso que terminan colmatándose de arcillas. Llegamos a un punto que es conexión entre los diferentes niveles de la cavidad; encontramos la primera sima y una rampa que conecta con la segunda planta. Esta primera sima, como la segunda que encontraremos posteriormente, están colmatadas y no tienen interés. 


 La planta superior está formada por dos conductos principales. El de la izquierda sube en rampa ascendente que termina obstruyéndose y la galería de la derecha conecta con la sima principal.



Los procesos de erosión y sedimentación son visibles en muchos puntos de la cavidad. Los lechos fluviales sedimentados y fosilizados se pueden observar en todo momento.

Es muy interesante saber, que según los estudios geológicos realizados, la cavidad originalmente tuvo un origen freático, o sea que la capa geológica en la que nos encontramos se formó por la disolución de aguas provenientes del exterior, donde una capa geológica de roca arenisca, ocupaba una posición superior topográficamente. La erosión paulatina de esta capa geológica superior, colmató posteriormente la cavidad en su totalidad de arenas y cantos rodados. Este relleno de areniscas, posteriormente volvió a ser erosionado, debido a su debilidad frente a la erosión contra la caliza.





Continuando por la galería principal, pasamos una segunda sima y a los pocos metros llegamos a la tercera. Este punto es cruce de caminos entre la planta superior y la conexión con la cuarta sima y principal de la cavidad. Para llegar a ella deberemos subir por una galería ascendente y antes de llegar a la segunda planta, conectamos con una galería evidente que conecta con la sima. Esta sima de 45 metros no tiene mayor interés y conecta con la tercera sima. 






El yacimiento que buscamos se encuentra en una rampa de arcillas formadas por una filtración de agua en la base de la tercera sima. La disolución de estos barros ha dejado al descubierto huesos de todo tipo que podemos observar bajo nuestros pies. 
 



El yacimiento en sí sería la rampa de barro, tratándose en todo su conjunto de un yacimiento alóctono, puesto que la ubicación original de los huesos ha sido modificada. Para darnos una muestra de la gran importancia al clasificar el tipo de yacimiento, hay que decir que la importancia del descubrimiento de Amutxate no radica en la cantidad de osos encontrados sino más bien en el hecho de  tratarse de un yacimiento autóctono, donde todos los restos están colocados según la postura en la que el animal murió, siendo estos tipos de yacimiento poco habituales.  


Es fácil imaginar como en la antigüedad más reciente, los primeros descubridores de estos huesos de animales, horrorizados por sus dimensiones, los atribuyeran a Dragones o monstruos de otros tiempos. Por eso no es de extrañar que algunas cuevas en Europa tengan en común el topónimo de "Cueva del Dragón". No fue hasta finales del siglo XVIII que empezaron a poder clasificarse las diferentes especies de oso vivientes, y posteriormente el resto de linajes extintos.  



Falta la frente, elemento muy importante para distinguir la especie de oso.  


Según hemos podido saber, al parecer existieron hasta cinco mandíbulas como la de la foto; hoy en día solo hay una.


La colada que acompaña la cuesta de barro está marcada de arañazos de distintos animales caídos a la sima, siendo el de la foto el más claro y espectacular. 





Video de la salida.


Queremos terminar recordando a Camille, nuestro último oso autóctono del Pirineo, usando las palabras de Cristian Pau en su blog Montañas de Camille, para no repetirno en el mensaje:

Queremos terminar recordando a Camille, nuestro último oso autóctono del Pirineo, usando las palabras de Cristian Pau en su blog Montañas de Camille, para no repetirnos en el mensaje:




La última huella de Camille



 "La historia del oso pardo pirenaico llegó a su fin con la muerte y desaparición del oso Camille, hace tres años. Lamentablemente el ser humano nunca estuvo a la altura de las circunstancias, y dejó que una especie tan emblemática y misteriosa como ésta, parte viva de nuestra cordillera, desapareciera de nuestras montañas sin el más mínimo remordimiento por parte de algunos colectivos. Porque así somos los humanos; aquello que molesta o no da beneficios, hay que eliminar. Lo hemos hecho y lo hacemos entre nosotros en diferentes partes del globo, así que con animales el pulso tiembla menos todavía. Porque eliminar al oso pardo del Pirineo, es otro ejemplo más, de la falta de ética de muchos de nuestros congéneres."










Participantes Oscar M, Oscar S, Joanes y Amaia.

Fotos de Oscar Markaida y Oscar Sicilia
Texto de Oscar Sicilia



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