miércoles, 25 de noviembre de 2015

Cueva de Peña Gingia, Macizo de Gorbea, Murua. Alava

En esta imponente cavidad del Gorbea descubierta a golpe de explosivos por los mineros en el año 1977, hemos puesto nuestra ilusión cuatro grupos de espeleología, que más que compañeros, ya somos hermanos... 



En esta ocasión vamos Ion y Oscar de Sakon, Oscar de Sasitroka y Jose de Excursiones y Aventura. En una visita anterior el grupo Akelar comenzó la aventura pero se quedaron sin paso en una poza sifonada. En esta segunda visita no hubo más suerte... exploramos la parte alta sin resultados.


Esta cavidad formada por un río subterráneo con más de cinco kilómetros de desarrollo, esconde una bella cascada casi al final de unos 30 metros. 


El acceso a la cavidad es de lo más cómodo. Nada más entrar tienes bellas formaciones de color blanco en una planta de bajo techo. Su progresión es fácil en sus inicios pero enseguida deberemos usar material de progresión para descender varios resaltes. 



Gracias a la anterior visita, Oscar de Sasitroka nos guía por el mejor camino hasta descender al nivel del río. Se encuentran otras galerías en nuestro descenso pero todas o terminan o vuelven al mismo punto. En sí se trata de diferentes niveles y terrazas del río que ha erosionado el macizo en dirección Noroeste - Sureste.  


Durante la bajada hay que tener mucha precaución debido a los desfondados que continuamente están a nuestro alrededor. Un resbalón podría ser fatal. 


Hay un único rápel obligado de unos cinco metros en nuestro descenso, pero deberemos llevar tres pequeñas cuerdas de unos diez metros para asegurarnos en diferentes pasos expuestos. 


Justo el día que organizamos esta salida se puso a llover y nevar.... esto condicionó nuestra visita y tomamos precauciones. Entre ellas ya teníamos claro que aunque encontráramos el paso no nos pondríamos el neopreno para continuar. 


Muchas filtraciones desde el exterior activan los Gours y se crean pequeñas cascadas en su interior.



Sin llegar a mojarnos mucho, esto crea un ambiente de humedad que nos dificulta mucho sacar fotos. Llegados al río Ion tiene la buena idea de marcar el nivel en el barro. A nuestro regreso la marca ha quedado tapada hasta tal punto que ni siquiera la vemos. 


Las marcas de anteriores inundaciones de la galería no muestran que se puedan sifonar en los diferentes pasos así que proseguimos con relativa tranquilidad.


Advertir también que en su interior hay multitud de señales, fitas y sobretodo flechas pintadas que nos muestran la salida y en otras ocasiones nos marean y pueden confundir. 


Así nos pasó que tras seguir unas de estas flechas fuimos a dar con dos simas muy juntas entre sí, de donde se escuchaba una cascada en su fondo. Tras el trabajo que se pegó Oscar Sasitroka para bajar, resultó ser un doble sifón sin continuación, alimentado por una filtración activada por la lluvia... Vuelta al río comprobando todas las posibles opciones sin resultado.


De regreso Oscar Sasitroka nos enseñó rincones de gran belleza que había descubierto en su anterior visita.


Se pueden observar por varias zonas del recorrido numerosos fósiles marinos. 










Bellas coladas han quedado suspendidas en las paredes del río.



Muy cerca de la salida, nos encontramos un numeroso grupo de murciélagos. 



 Las lluvias durante ese día fueron tan intensas que incluso se activó una regata que curiosamente, está unos cinco metros por encima del nivel del río. 


En conclusión Gingia 2 - Visitantes 0. No obstante mientras nos cambiábamos, tuvimos la suerte de encontrarnos con unos chicos que practicaban la espeleo y conocían la cavidad. Muy de agradecer sus indicaciones! 


Sin lugar a dudas volveremos! Vamos GrupoSs !


Fotos de Jose, Oscar y Oscar Sicilia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario