miércoles, 4 de marzo de 2015

Sima de Covanegra, Burgos



Este sábado unos compañeros del grupo espeleológico Niphargus nos invitaron a la sima de Covanegra, en la provincia de Burgos. 


Obviamente  no lo pensamos dos veces y allá que nos fuimos.
Nos tuvimos que cambiar de ropa en el páramo de Burgos bajo la 
lluvia y un frío del demonio,  pero como bien dice el refrán:“sarna con gusto no pica”.



 Tras una pequeña caminata llegamos a la boca en la que instalamos dos vías por las que fuimos bajando los 12 que estábamos. 


 Nevero como cono de derrubios. Es un rapel aéreo de unos 30 metros que nos deja en la sala Niphargus de considerables dimensiones (120x40 m.). 



De aqui tomamos la galería en dirección Este de grandes dimensiones



 En esta dirección llegamos a la sala de la rampa donde nuestros compañeros habían puesto unas cuerdas.



 De aquí, una gatera de unos 6 metros para ir calentando y paso por coladas, hasta llegar a una gatera con agua, con bastante agua. 














Este fue sin duda uno de los los momentos álgidos del día: cubría hasta la cintura y había que agacharse. Pasamos como pudimos, con alguna cara de susto, pero eso sí, mojaditos. Y es que si no fuera por esos momentos…. Luego, para gran “estupor” de algunos, los que venían por atrás pasaron por una estrecha gatera, un tanto arrastrada, aunque alguno tuvo que mojarse finalmente, y mira que pataleó.


Durante el camino vamos encontrando bonitos rincones.


Un gonmo nos saluda en una colada


Ya nos encontramos en el museo donde creo que queda muy claro el nombre. De todas formas un buen entretenimiento si te toca mucha espera.














Estamos en el balcón, bonito mirador, otro pocete (P12) y seguimos. Empieza a sonar la palabra “paritorio”. 





Continuamos por un caos de bloques muy entretenido: hora por aquí, hora vuelta, hora al suelo… y nos plantamos en el paritorio, estrecho paso, que hace honor a su nombre. Cada uno como puede vamos pasando, tobogán y cómoda galería hasta la colada final.







Parada a comer y pozo opcional de 23 metros (sin cuerda, en oposición) que nos deja en la cota más baja de la cavidad (-78’5 m), eso si sólo baja uno hasta abajo, los demás un poco.


Este pozo está oculto entre una gran colada, hay que pasar por una estrechez y en su interior nos esperan unas bonitas formaciones 


El pozo no es fácil de bajar sin cuerda


Pasado este punto nos queda una de las partes mas bonitas y el final de la cavidad, donde deberemos escalar diferentes coladas





Sin lugar a dudas merece la pena visitar este lugar.






Lo que no está claro es si fue buena idea comer teniendo que volver a pasar por el “paritorio”, ya que algunos resoplamos, como hacía tiempo, mucho tiempo…


Antes de salir visitamos la galería de las hadas, paralela a la principal y de gran belleza.





De aquí fuimos al pozo de la entrada y para arriba.



Para alguno de los nuestros era la primera vez que hacía un pozo tan “largo”, pero lo hicieron como campeones, que siga así…



A la salida una última y bonita sorpresa...

Una cavidad muy completa e interesante, bonitos rincones y moverse mucho, pozos con cuerda… vamos, en nuestra salsa!

Un abrazo en especial a Jay, Bruno, Arturo y Rodro por este día inolvidable! 


Fotos de  Oscar Sicilia y Joseba Carlos.

Texto de Joseba Carlos 



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