El pasado mes de enero nos dejó otro de los grandes espeleólogos de nuestra tierra. En el año 2018 tuvimos la suerte de conocerlo durante unas visitas de catalogación en el Valle de Arce. Desde entonces hicimos una gran amistad y pasamos muchas tardes charlando de la espeleología que Jose Javier de Diego, Dedis para los amigos, vivió en las exploraciones con la institución Principe de Viana. A raíz de esos encuentros, realizamos esta charla-entrevista en su vivienda de Zunzarren, que hoy queremos volver a publicar en su memoria.
Ahora solo nos queda recordarlo tal y como era, una persona muy especial, hecha a sí misma, que siempre decía claramente lo que pensaba, fiel a sus principios e ideas hasta el final, y que contínuamente nos alertaba sobre los excesos y sin sentidos de los tiempos modernos que vivimos.
Dedicamos esta entrada con mucho cariño a sus familiares y esposa Blanca.
04/06/2018
Charla entrevista con Jose Javier de Diego, miembro del Grupo de Espeleología de la Institución Principe de Viana.
Zunzarren, un pueblo de espeleólogos, Navarra.
Son
las nueve de la mañana cuando aparcamos a la entrada de este pequeño
pueblo del Valle de Lizoáin-Arriasgoiti. Como suele ocurrir cuando
visitas uno de estos pequeños y olvidados pueblos, el silencio y la
sensación de soledad se apodera de nuestras sensaciones. Así pues, hasta
el sencillo acto de cerrar las puertas del vehículo no pasa
desapercibido y así, nuestros torpes movimientos de cargar mochilas y
preparar el equipo, rompen el bonito silencio que reina en este
desconocido pueblo para nosotros. Deberemos cruzar su calle mayor para
buscar la pista que conduce a la sierra que queremos explorar hoy.
Calle San Román, Zunzarren.
Con
todo el equipo preparado comenzamos nuestra marcha y vamos pasando una a
una las bonitas casas que decoran esta localidad. Nos sentimos como
astronautas pasando por un poblado medieval. Las imponentes casas están
cerradas, no se ve a nadie por la calle. Cruzamos toda la calle mayor y
llegamos al final del pueblo donde por fin un pequeño perrito blanco nos
saluda a su modo; alguien nos presta atención. A lo lejos una puerta se
abre y un señor con una melena blanca sale con actitud observadora. Le
saludamos a lo lejos levantando la mano y con una pequeña sonrisa.
Seguro que estará pensando: ¿Dónde irán estos locos cargados de material
de escalada? Normalmente la gente, al ver las cuerdas que portamos, nos
confunden con escaladores.
Para
salir del pueblo hay que abrir una valla para el ganado y para cuando
hemos conseguido abrirla, el vecino curioso nos ha alcanzado junto al
perrito que sigue saludándonos incesantemente. "Hola, buenos días,
bonito pueblo, esperamos no haber molestado mucho". El señor nos saluda y
tras una pequeña sonrisa nos dice: "¿Espeleólogos?, ¿Vais a bajar
alguna sima?"
Tras
una breve conversación con Dedis, descubrimos que casualmente el pueblo
está habitado por varios espeleólogos y espeleólogas, cinco vecinos de
los once registrados en el censo. De repente la palabra I.P.V. sale en
la conversación: el grupo de Espeleología de la Institución Príncipe de
Viana, pioneros en las exploraciones en Navarra desde el año 1953.
Interior de una de las viviendas del pueblo.
Seguimos charlando y charlando, con
la valla cerrada a favor de la conversación. Dedis nos empieza a
relatar de forma cálida y natural las aventuras y vivencias personales
que acontecieron durante sus años de servicio en esta institución.
Fruto
de aquella casual mañana nace esta pequeña charla-entrevista, que
pretende arrojar un poco más de luz sobre aquellas primeras
exploraciones pioneras de la espeleología en nuestra comunidad.
o o o o o o o o o o o o o o
Jose
Javier de Diego o más conocido por Dedis, de 75 años, fue integrante de
este emblemático grupo de espeleología. Nos recibe en su domicilio
junto a Blanca, su esposa, y lo hace de una manera peculiar. Sentado en
la terraza está muy ocupado en terminar algo que le tiene sumamente
concentrado. Se toma su tiempo, elige un trazo fino y acaba unos
contornos. La acuarela es otra de sus grandes pasiones. Cuando
finalmente nos atiende, mantenemos una charla que aquí queremos
resumir.
Sakon: Saludos
Dedis, sabemos que no te gusta ser mediático y por lo tanto no eres
amigo de esta entrevista, por eso te damos especialmente las gracias por
compartir con nuestro colectivo tus vivencias. Cuéntanos, ¿como
conociste al I.P.V. y en qué año entraste en el grupo?
Dedis: A
través de un vecino amigo, Primitivo Garralda, él nos puso en contacto
con la institución. Yo tenía 18 años. Nosotros éramos tres amigos que
nos gustaba practicar montañismo. Escalábamos en Etxauri con clavijas de
hierro hechas por nosotros y las cuerdas de entonces, de esparto.
Rapelábamos con mosquetones de acero y fuimos bastante autodidactas.
Sakon: Por
lo que nos has contado, antes de conocer a los miembros del I.P.V. ya
tenías pensado particularmente junto a unos amigos dedicarte a la
exploración de simas y cavidades, ¿cuál fue el motivo de esta afición de
la espeleología y la exploración?
Dedis: De
siempre me gustó la montaña, desde muy pequeño. Siempre me fascinaron
los picos, crestas, zonas de escalada, túneles, cuevas, simas, etc. Así
cada vez fuimos probando más modalidades, hasta llegar a la
espeleología. Fue entonces cuando decidimos fabricarnos unas escalas de
acero, que era lo último en seguridad para descender una sima. Fue en
ese momento cuando contactamos con el I.P.V. y pedimos entrar en el
grupo. En un primer momento se nos denegó, debieron pensar que éramos
muy jóvenes y sin experiencia y hasta tuvimos que escuchar algún
comentario jocoso y nos recomendaron explorar algún agujero de algún
jardín. A nosotros su negativa tampoco nos importó mucho, puesto
teníamos muy claro que queríamos explorar uno de los últimos rincones
vírgenes de nuestra tierra.
Sakon: Durante
la charla nos has contado cómo vosotros mismos fabricasteis las escalas
de acero galbanizado. Un invento que sustituyó a las cuerdas de esparto
o a los cables de acero con tornos que se utilizaban en un primer
momento. ¿Cómo recuerdas aquel cambio para la espeleología?
Dedis: Bueno,
nosotros eramos jóvenes y realmente no vivimos tal cambio, las
utilizábamos porque era lo que teníamos, pero en cuanto nos dedicamos a
la espeleología, vimos claro la necesidad de tener unas buenas escalas y
nos pusimos a ello. Una vez las acabamos, las usamos en la exploración
de varias cavidades y motivo de ello fue que esta vez el I.P.V.
contactara con nosotros para pedirnos entrar al grupo. Cosa que hicimos
encantados.
Sakon: Entonces una vez entrasteis al grupo, ¿cuál era tu cometido principal o tu especialidad?
Dedis: Lo
que a mí personalmente más me gustaba era la parte deportiva de la
espeleología, así que era uno de los hombre "punta", de los que bajaban
primero, casi siempre junto a Juan Miguel Puntos Martínez. Luego
colaboraba con el resto de equipo en la organización, pero el resto de
trabajos científicos, topográficos, fotografía, etc, lo realizaban otros
compañeros.
Sakon: ¿Cómo
crees que en aquel momento la sociedad navarra veía desde fuera
vuestras investigaciones?, ¿os hacían sentir de alguna manera
importantes o que estabais realizando una actividad muy especial y
desconocida?, ¿o crees que pasasteis totalmente inadvertidos?
Dedis: Yo
personalmente no tenía ningún interés en saber cual era nuestra
repercusión mediática. Mi colaboración en el grupo era por mis ganas de
explorar y fuera de eso me mantenía bastante al margen. Cuando leo
alguna información sobre aquellos años me gusta leerla y recordar esos
tiempos. Recuerdo una vez saliendo por el túnel de la Verna en compañía
de Félix Ruiz de Arcaute, que me paró un momento y se puso a arreglarme
la indumentaria e incluso atarme algún botón, puesto que había
periodistas a la salida y había que ponerse guapo. Esta parte era la que
menos me gustaba y de la que menos voy a hablar.
Sakon: ¿Llegastéis a usar las cuerdas actuales de nylon o los nuevos descendedores?
Dedis:
Sabíamos que existían nuevos materiales para la progresión por cuerda y
que aligeraban mucho el peso y daban mucha seguridad, pero nunca las
usamos en el grupo. Eran cosas que empezaban a usarse en Europa pero a
nuestro grupo no llegaron.
Sakon: Nos
has hablado en privado de las desavenencias políticas entre algunos
integrantes del grupo, no vienen al caso y desde siempre hemos convivido
con ellas hasta la actualidad. Pero por la época que os tocó vivir,
imaginamos que la tensión sería máxima, acabada una guerra que separó a
un país. ¿Se notaba esta tensión durante las exploraciones o crees que
se logró trabajar por encima de dichas diferencias políticas?
Dedis: Todos
sabíamos lo que había pasado en la Guerra Civil Española pero nadie
hablaba de ello, a no ser que fuera entre amigos. Había mucho miedo y
meterte en problemas podía ser fatal. De hecho yo estoy casi seguro de
que ciertas simas se evitaban por lo que podría haber abajo. Pero
nosotros nos dedicábamos a la exploración sin que ello afectara a
nuestra actividad. Por supuesto está la parte personal donde uno tenía
sus diferencias, pero en el trabajo nunca trascendieron.
Sakon: Durante
nuestra charla en privado, junto a otro vecino del pueblo, también
perteneciente al I.P.V., han salido algunas anécdotas sucedidas durante
aquellas años. ¿Alguna que quieras compartir con nuestro lectores?
Sima del Vizcaino (Aralar) en torno a 1965. De izquierda a derecha: Juan
Mari Feliu, Jesus Mari Urtasun, Miguel "Puntos" y "Dedis". "Fuente y
autor: archivo Juan Mari Feliu, I.P.V.". Eskerrik asko por la
contribución de
Oier Gorosabel Larrañaga.
Dedis: Me preguntabas antes sobre la convivencia dentro de las cavidades y las diferencias personales, pues bien, yo tuve un pequeño encuentro con Félix Ruiz de Arcaute. En una campaña en la Sima de San Martín, estuvimos juntos todo un día y durante
el trayecto tuve una mala experiencia con él. Era muy nervioso, decía
las cosas en un tono que no era de mi agrado. Yo me sentía que le estaba
ayudando y él poco colaboraba, daba muchas órdenes y me puso muy
nervioso. Así que cruzando un lago en un bote neumático, en un momento
de ira, llegué a cogerlo del cuello y amenazarlo con tirarlo al lago si
no dejaba su actitud. En ese momento esta persona parece ser que
recapacitó y tomó una actitud muy distinta. A partir de ahí fuimos más
amigos, en el sentido espeleológico, claro. Luego a los dos días,
necesitó de ayuda para salir al exterior por un tema personal y nadie
hizo por acompañarle. Yo no tenía ningunas ganas de salir pero sentí que
quizás me pasé y puesto que él había cambiado su actitud conmigo, me
ofrecí y le acompañé fuera. Por cierto, no sé si su personalidad
nerviosa, a veces desmedida, pudo tener algo que ver en el fatal
accidente que acabó con su vida.
Sakon: Y hablando de mujer y espeleología, ¿cuál fue la primera mujer que recuerdas y qué actividad desarrollaba en el grupo?
Dedis: Maria Elena Baquedano fue la
primera mujer que recuerdo y casi la única reseñable. Nos acompañaba
casi todos los domingos pero no tenía una función en especial, nos
ayudaba con el porteo y la organización y habitualmente descendía con
nosotros.
Listado de 50 Aniversario de la Espeleología en Navarra.
Sakon: Nosotros
desconocemos quién puede ser la primera mujer espeleóloga de nuestra
comunidad, pero por lo que nos cuentas de María Elena, podríamos tener
perfectamente una candidata, ¿crees que podría ser?
Dedis: La
verdad que no lo sé, pero podría ser y sería muy interesante. De hecho
en el listado del 50 aniversario de la Espeleología en Navarra, solo
está el nombre de María Elena, junto a Monserrat Ubach de Cataluña. Eso
creo que os toca "explorar" a vosotros, que veo que os gusta y lo hacéis bien.
Sakon:
Gracias Dedis, pues intentaremos saber algo más del tema e intentaremos
contactar con María Elena y contar más de ello. Volviendo a la
entrevista, ¿Consideras que dejaste algún día
de ser espeleólogo, o eso se lleva hasta el final?, ¿Cuándo dejaste de
ser integrante del IPV?, ¿continuaste alguna actividad espeleológíca con
otro grupo?
Dedis: Desde
luego que la espeleología ha calado tanto en mí que siempre me he
sentido parte de ella. Aquí en el pueblo tenemos varias cavidades y de
vez en cuando solemos visitarlas con amigos. Antes de disolverse el
grupo, viajé a Sudamérica y estuve unos años allí, cuando volví el grupo
estaba de capa caída, apenas se exploraba nada. A partir de su
disolución no volví a realizar espeleología con ningún grupo pero sí
particularmente.
Sakon: Durante
nuestra charla privada hemos hablado también de la evolución de nuestra
sociedad en general y de lo poco que te gustan muchos de los nuevos
cambios que hemos sufrido. Hemos hablado de políticas, gobiernos,
economía, nuevas tecnologías,etc... ¿Te gustaría dar algún consejo o
recomendación a las nuevas generaciones que están por venir?,
¿acabaremos otra vez viviendo en cuevas en un mundo devastado por la
radiación nuclear?
Dedis: Siendo
negativo creo que ni acabaremos en las cuevas ni en ningún sitio,
simplemente desapareceremos por las causas que todos sabemos y a las
generaciones que están por venir les recomendaría que usaran mucho la
cabeza y que aprendan de historia, para que se den cuenta que los
errores del pasado no deberían volver a producirse.
Sakon: Durante
toda esta charla-entrevista hemos tenido la compañía de los tres
miembros más jóvenes de nuestro Club, de 8 y 12 años. Han estado
escuchando la entrevista y las fantásticas aventuras que vivisteis.
¿Deseáis preguntarle algo más a Dedis?, os animamos a ello.
- Martín, 12 años: ¿Por qué te inclinaste por la espeleología en vez de la escalada u otro deporte de montaña?
Dedis: Después
de probar varias disciplinas descubrí que lo que más me gustaba era
este deporte y no me equivoqué, porque es una actividad muy completa,
que incluye la escalada en su modo artificial, además de otras como el
buceo. A parte descubrí que tenía vértigo a las alturas y dentro de las
simas, como no se veía el fondo, no había vértigo.
- Ibai, 12 años: ¿Cuál es el momento más peligroso o el que más miedo has pasado?
Dedis: El
mayor susto lo tuve en un paso muy estrecho en una sima de Aralar. En
un momento noté como si la tierra se moviera, fue porque estaba sobre un
bloque que pareció moverse por mi peso. Pensé que se movería todo y
moriría chafado.
Otra
vez, en la Sima de San Martín, salíamos para afuera, y estando yo el
último del grupo, me perdí y estuve varias horas dando vueltas y
sintiéndome perdido. Sabía que más tarde o más temprano encontraría el
camino o vendrían a por mí, pero la sensación de estar solo y perdido en
una cavidad tan grande fue de lo más angustioso.
- Ura, 8 años: ¿Y el momento más divertido o lo más bonito que has visto en una cavidad?
Dedis: Desde
luego me quedo con la adrenalina de ser los primeros en bajar a
aquellas cavidades y descubrir aquellos bellos parajes del subsuelo.
Para mí eso era lo más bonito y divertido.
Gracias
Dedis por haber compartido tu tiempo con nosotros. A sido todo un
placer. Vamos a continuar nuestra marcha. Seguro que nos volvemos a ver
otras muchas veces cuando pasemos por tu pueblo. Hasta pronto.
Sakon Espeleologia Taldea Noáin
Texto y fotos de Oscar Sicilia
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